Esta leyenda tuvo su origen en el centro de la ciudad de
Quito y se dice que cierto hombre adinerado, vivía como un príncipe y oloroso a
perfume bajaba por la plaza grande y frente al gallo de la iglesia de la
catedral se burlaba diciéndole...
¡Que gallito, que tontería de gallito! Y continuaba su camino hasta una tienda donde bebía hasta embriagarse entrada la noche tomaba el rumbo a su casa.
No sin antes burlarse del gallo de la cátedra, esto lo hacía siempre hasta que cierta noche sintió un escalofrío y las piernas desgarrándosele, para su sorpresa oyó una voz que le decía:
-Prométeme que no volverás a beber
-Lo prometo, no tomaré ni agua.
-Prométeme que no volverás a insultarme
-Lo prometo, no te nombraré.
Levántate y ahy de ti si no cumples tu promesa
La iglesia de la Catedral está situada en la ciudad de Quito, justamente en la Plaza de la Independencia , Plaza Grande y efecto en lo mas alto de su cúspide se encuentra el gallo de la catedral, es un gallo metálico que se tambalea al compás del viento.
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